miércoles, 14 de enero de 2015

Terrorismo y sesgos de información. ¿Todos? somos Charlie.

Llevaba un tiempo preparando un texto que hablaba sobre el terrorismo, aunque desde un punto de vista histórico, como medio para acercarte curiosidades que quizá no conozcas del mismo. Sin embargo, y dado el impacto que el propio terrorismo ha tenido durante esta semana en los medios internacionales (curioso cuanto menos, porque los actos de terrorismo ocurren casi diariamente… aunque supongo que si no llama a nuestra puerta, no vende), no quería dejar pasar esta oportunidad para (si me permites) darte mi opinión sobre el tema (como ya hiciera en el caso del pederasta de Ciudad Lineal).

Antes de continuar, tengo que decir que llevo un tiempo en el cual el terrorismo representa la línea temática de los trabajos que suelo hacer para mi máster, supongo que porque me llama especialmente la atención como hecho criminal (o conjunto de los mismos). Esto, evidentemente, no me da una sabiduría superior a la que tú puedes poseer, pero sí que provoca que tenga que leer bastantes documentos sobre el terrorismo. Los datos que aquí voy a plantear no son inventados, sino parte de la información que he encontrado en artículos científicos. Tú decides qué hacer con ellos, pero sobre todo, no te olvides de seguir buscando para formarte una opinión.

El terrible asesinato de parte de la plantilla de la revista Charlie Hebdo nos ha conmocionado a todos. Un par de radicales islamistas –RADICALES- disparó al grito de “Alá es grande” contra las personas que allí encontraron, ocasionándoles la muerte a 12 de ellos y heridas graves a 4. Esto dio lugar a tres días de extrema conmoción, un asedio y una toma de rehenes en otro lugar, que probablemente todos conoceremos bien. Si no es así, os remito a los periódicos, hasta saber si la nueva ley me permite seguir colgando links a otras páginas.

A los pocos días, nos encontramos con varias manifestaciones y marchas en París en repulsa por los atentados (cosa lógica, por otra parte), ¿No?...

...¿No?...


Y luego empieza el juego. ¿Qué hacemos a partir de ahora? “Hay que evitar que los musulmanes vengan a destruir el mundo que conocemos” (observarás que aquí no incluyo la palabra RADICALES. ¿Sabes cuánta gente ha hecho lo mismo, con muchísimo más peso mediático que yo?).  O al menos, evitar que vengan de Siria a realizar atentados… Bien, como me encantan las listas, vamos a poner unos cuántos argumentos.

1.     El problema son los musulmanes.

Aunque parece obvio que no, mucha gente cree que es así. Sin ir más lejos, ha habido manifestaciones islamofóbicas en Alemania hace poco, ha habido pintadas en mezquitas, etc. Muy bien, pues, ¿Recordáis a la Inquisición? ¿Representaba eso a todos los cristianos? Lo dudo mucho. ¿No te parece algo actual? Bueno… ¿Deberíamos temer entonces a todos los cristianos, dada la tendencia de CIERTOS sacerdotes a la pederastia? El problema no son los musulmanes. El problema son los RADICALES, y lamentablemente, radicales hay en todos los bandos. Cito a Anders Breivik, que asesinó a 77 personas en Noruega. Defendía que los valores que le impulsaban a ello eran, en muchos casos, férreos valores cristianos. ¿Nos representa a todos los occidentales? Y por otra parte, ¿Nadie habla de los atentados del grupo de musulmanes Boko Haram, utilizando a unas pobres niñas pequeñas, contra otros musulmanes? Ni todos los musulmanes son terroristas, ni todos los musulmanes odian al cristianismo. Hola mundo real, adiós cruzadas.

2.      Para hacer frente a la amenaza islamista radical hay que endurecer la seguridad…

…y también se ha propuesto ya por algunos grupos eliminar el convenio Schengen, que permite la libre circulación de los ciudadanos de los países miembros por otros países miembros. Respondiendo a lo primero, piénsalo. El 11-S, otra tragedia, lo que hizo fue aumentar las leyes y controles de seguridad en aeropuertos. Sin embargo, ciertos estudios indican que esto no siempre reduce las posibilidades de que se cometa un delito de terrorismo (Testing a rational choice model of airline hijackings, de Dugan, LaFree y Piquero, 2005). ¿Aumentamos siempre la seguridad por encima de las libertades? Y respondiendo a lo segundo, ¿Alguien se ha parado a pensar que los terroristas eran franceses? Lo llaman terrorismo de segunda y tercera generación, esto es: sus abuelos eran los auténticos inmigrantes, sus padres ya nacieron en territorio europeo. Aquí en realidad lo que sí que se plantea es otro problema, y es que hablamos en muchas ocasiones de jóvenes fácilmente manipulables, y a su vez poco integrados en la sociedad en la que viven.

3.    Se debería replantear la cadena perpetua y la pena de muerte.

Aquí os voy te voy a recomendar que leas a Muñoz Conde, y concretamente, si podéis, su libro junto a Hassemer “Introducción a la Criminología y a la Política Criminal”. En él, y en otros muchos artículos, se defiende que un aumento de las leyes punitivas no siempre implica que la gente lleve a cabo menos actos criminales. En realidad, el castigo está planteado (por ejemplo, citando el artículo 25 de la Constitución Española) como método rehabilitador y resocializador. ¿Resocializa la cadena perpetua? ¿Y la pena de muerte, realmente evita que la gente que la presencia cometa crímenes? Piénsalo. El enfoque óptimo para hacer frente a esta y otras situaciones criminales es la prevención, como también indica el artículo citado en el anterior punto.

4.    Los musulmanes deberían mostrar su rechazo ante el atentado.

¿Es que acaso todos los dirigentes muestran su rechazo por las guerras que se llevan a cabo para “democratizar” países de Oriente? ¿Era necesario que los cristianos rechazaran el Ku Klux Klan cada vez que mataban a un negro? Por supuesto que no, era algo sobreentendido. Pues bien, exactamente lo mismo debería ocurrir a la inversa.


5.   Debemos manifestarnos (y nuestros líderes los primeros) en pos de la libertad de expresión.

Totalmente de acuerdo. Pero sinceramente, que los “manifestantes” sean personas que luego sacan a la calle leyes como la “Ley Mordaza”… Da que pensar, ¿No crees?


En conclusión, como ya he citado, lo que ha ocurrido en París ha sido terrible, y estoy seguro que en eso estamos de acuerdo. Pero no lo olvides: sé crítico. El terrorismo es un fenómeno criminal condenable, pero no podemos olvidar que en muchas ocasiones el terrorismo se utiliza como arma arrojadiza. Piensa que 9 de cada 10 actos terroristas ocurren en Asia y en África (Reinares, 2012). ¿Se realiza una marcha de protesta cada vez que ocurren esos 9 atentados? ¿Se rasga la gente las vestiduras cada vez que existe un hecho de este tipo? No seamos hipócritas, tratando de condenar algo y no condenando otras cosas. Nosotros somos Charlie. Ellos son Charlie. Al final, todos somos Charlie.


Piénsalo.


Aprendamos a perdonar.










1 comentario:

  1. Me encanta tu blog. Es una fuente de información impagable para escritores. Además, analizas la realidad desde un punto de vista muy sensato, a mi modo de ver. Enhorabuena.

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